Me fascina horroriza la facilidad que tenéis para llamar novio/a a dos polvos y como dice una buena amiga “Vuestra facilidad para emparejaros me resulta tan asombrosa como escalofriante”.
Que está claro que a un tío hay que llorarle tres días y al cuarto te pones tacones y ropa nueva, que no se puede ni se debe, recrearse en la pena pero joder, sí sufrirla. El momento de estar con una misma de encontrar tu eje, de saber lo que realmente quieres. Por supuesto en ese momento puedes follar, incluso siempre con el mismo, faltaría más que no lo hicieras, pero no confundáis los “quiero dormir contigo” con los “no quiero dormir sola”, os lo ruego. Porque el AMOR tiene una ruta, que sería:
1. Ojos. Lo de me pone tu inteligencia es cierto SOLO cuando conoces a esa persona. Porque cuando entras a un bar, ya te digo yo lo que te va poner un tío feo pero con gran conversación, CERO. Más que nada porque no vas a darle conversación y esto no es frivolidad es realidad. La atracción física es la chispa inicial entre desconocidos. De hecho no es que nadie tenga amigos feos es que cuando ves mucho tiempo a alguien le dejas de ver feo, te acostumbras a sus rasgos pero de entrada lo siento, todo entra por los ojos, osea TODO.
2. Atracción fisica. Como te haya hecho tilín y folle bien, estás perdida. Y ojo estás perdida incluso si es bobo. Lo bueno es que si le ves bobo pues el encoñamiento que es lo que es y no AMOR, al tiempo (a la que conoces a otro) se pasa.
3. Cabeza. Nadie se enamora de verdad si no admira lo que es la otra persona y no solo lo que representa y esa admiración debe ser recíproca siempre. Es así. No confundáis nunca hambre con aburrimiento, querer con amar, ni inteligencia con hablar de Kant. Yo me he enamorado más hablando de La que se avecina que de Kelher, tal cual.
4. Corazón. Cuando tras verle / follar / hablar… sonríes déjame decirte que estás enamorada.
Y esto no pasa en una noche, ni en dos, puede que no pase nunca pero si pasa, entonces podéis llamarlo AMOR porque el amor verdadero es movimiento, movimiento externo (adaptándote a distintas situaciones a lo largo de la vida) e interno (estimulando lo físico, lo sexual, lo racional y lo emocional).
Entonces: el truco para que el negro estilice es llevarlo de tu talla y el truco para amar y ser amado, es dilatar pupilas, partes íntimas, cerebro y corazón. FIN.
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